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ENTRE LINEAS

La vida, ese regalo envenenado.

La vida, ese regalo envenenado.

Se nos ha dicho que la aventura de la vida  es bonita y merece la pena porque somos  nosotros los que la amenizamos con nuestros haceres,  nuestros momentos vividos. Y yo me pregunto que porque duele tanto cuando hay desgracias, entendidas por nosotros como tales. Quizá no sean tales desgracias, pero se nos enseña a lamentarnos para que caigan las lágrimas en nuestras  mejillas y después tengamos que exculpar nuestras obras, para decir "¡pobre de nosotros!", cuando no hemos hecho nada, y de paso culpar a  alguien o a algo, para tener la exclusiva de la paupérrima pena que nos ha caído encima.


¿De que valen esos valores que se nos prestaron un día y que han ido formando callo en nosotros mientras respiramos?  ¿De que valen tantas situaciones de sacrificio solitario o en compañía ?


Lo cierto es que me mata la idea de tener que sobrevivir, la idea de que la mañana siguiente a  un día de sol posiblemente venga un día de lluvia y de tormenta ¿Pero quien ha dicho que sea mejor el día de sol que el día de lluvia y atormentado?


Me sublevo a la idea de lo establecido, ya que puedo hablar de días enteros de color gris, y convertidos en colores vivos y destellantes, porque se han envuelto en momentos llenos de placer y de gloria, de encanto y riqueza.

 

Nadie tiene que llorar por mí, nadie tiene que salvar lo que yo no pueda, nadie tiene que poner fin a nada que yo no quiera, y nadie tiene que hablar por mí, siendo que yo aun tengo voz para declararme. Por mí hago todo, esa es la verdad, y ahí es cuando aparece la verdadera  necesidad del ser humano. Me paré a pensar que me muevo por lo que a mí me place, por lo que los demás me aportan, y por lo que en su momento siento para mi bien, porque  tengo sacos llenos de egoísmo.

 

Quien me iba a decir a mí que mi planteamiento iba a tener muchos  y maravillosos cambios durante el tiempo que estoy en este barco,  un barco que tiene muchos camarotes, tantos que me pierdo. En su interior, todo esta protegido, núcleos llenos de cobijo, buen despertar y buen dormir. Pero fuera, llegan todos los contratiempos y se ven,  te llegan, y se derraman para todos por igual. La diferencia es que  a algunos les pilla debajo del porche o del tejadillo más cercano... ¿Tu me entiendes?

 

Todo y todo es como lo queramos ver, nuestros ojos hacen de reflejo, de filtro, de parapente ante todo... y todo es la vida, las circunstancias, las anécdotas, aquellas que se forman como cuentos,  largos, inmensos, llenos de talento, de letras, de entusiasmo. Yo ahora quiero ver que veo claro.

 

Si te dicen por ahí que entregarse es lo mejor, no te lo creas, no se entregan las cosas  para quedarse sin ellas, se entregan porque después obtienes lo que andabas buscando. No te engañes, pero eso es bueno, yo alumbro mi cuarto para que me de luz, ella y yo nos alumbramos, sin mi ella no es nada, no tiene  manejabilidad,  yo si... y eso le gusta, la luz y yo nos entendemos por que participamos en empatía. Yo  estaría ciego sin ella. Que no me la quiten por que me dejaría parte de los rincones sin examinar.

 

Yo que hasta ayer solo fui un hombre sencillo, hoy soy guardián de mi existencia, soplo y lo vuelvo a crear como si nada, paro las horas de cada reloj y pinto de colores la sonrisa, levanto una torre con el pensamiento a toda prisa, conozco bien cada herida, cada  ser, conozco bien cada  guerra  de la vida y del amor. Dibujo un paisaje y lo revivo, en un bosque de lápiz  y confecciono un   lazo  y hago un paquete de bonito papel para envolver la vida.

 

 Tiemblo cuando  veo morir a la gente que muere, sin causa, sin querer, simplemente por que si. ¡¡Vaya!! ¿será por que sí? Lloro por ellos, pero es porque siento pena, pena por que se van, y no sé dónde, nadie lo sabe y me crea confusión, y escondo lo que podría ser una aventura reflexiva.  Si pudiera tener en mis manos la más autentica sabiduría para dejar caer  una lona transparente y cubrir al mundo de todos los peligros que corremos los que estamos debajo, a  buen seguro que la fabricaría  aunque fuese dejándome los ojos tejiéndola por las noches que es cuando hay más silencio  y cuando los búhos dan los buenos días.

 

Haría de  crema blanda la envidia, la rabia, la violencia, y todo lo que ahora es de hierro y pesa, pesa como a grandes toneladas pesa la miseria.


Haría y de forma incondicional viviendas  de fresa para los niños que comen tierra y carne vieja... solo  porque no me clavasen la mirada triste del hambre en mi estomago, pues me llega hasta con pereza y no puedo digerirla.

 

Sería posible que cuando las alondras bajan a comer, se encontrasen con que los amigos más fieles y seguros que andan por la ramas, se encuentran mirando como caen las hojas y como se forman mantas enteras en sus patas para chascar el sonido que les hace propietarios de lo caído de eso que después aplicaran para  mecer  a sus retoños.


Sería posible examinar el agua que cae desde mi boca  pasando por mi garganta y  que mientras esta en mi boca me nutre, cuando no está, descanso, y cuando ya casi no la noto seguro que pide paso para escapar  por mis poros... quizá deje que se vaya, pero no se qué tengo que todo lo que pasa por mi, me gusta que se despida. Con esto quiero y te quiero decir que me nutro de la vida, de lo que ella tiene y me ofrece, y que hay para todos, que no se agota, tanto como grande es el universo, y grande es, pero casi podemos  guardarlo en una mano, seguro que cabe. Cierra los ojos y lo veras tan pequeño que te asustará saber que no es más grande que un grano de arroz. Es grande por que ocupa, pero pequeño porque se dice pronto.

 

Te digo que no hay que desesperar en medio de las más sombrías aflicciones de la vida. Seguro que en las nubes negras, que las hay, siempre caerá agua clara y limpia, fecundante, y llena de fuerza.


Te digo que cuando la nieve se deshace, es porque el sol la alumbra, y le da calor. Seguro que después sabrá por donde tiene que circular y correr, regando los campos, cubriendo la tierra, y dando de beber a las montañas.


Finalmente te digo que me derrito  por dentro  si me dedico  a mirar con buenos ojos al mundo, y bebo de las maravillas que hay. Por si acaso se acaban y con ese temor, te digo que las voy a barrer para el día de hoy porque no puedo dejar que pase y se me vaya su riqueza. He preparado  muchos sacos  vacíos, para pronto poder llenarlos... y recuerda,  no es más rico el que más tiene...


Y yo, quiero ser pobre para llenarme de riqueza.

12 comentarios

Para Hera, al lado de Zeus -

Lo cierto es que la hay más barata... pero no es vida ;)

Otro saludo para ti, diosa

Hera -

Vivir es el regalo. Complicarlo nuestra naturaleza. Disfrutarlo la inteligencia de quienes son conscientes de que no hay más que una.

Un saludo,
Hera

Para kaleidoscopioz, una historia con mucha zeta -

Sobre todo hay que excederse en eso en lo que siempre estamos pensando. No he encontrado mejor método para mantener la línea... recta y dura ;)

Para anónima, deleitándose en las sombras -

Ni se te ocurra mentar lo de "rico" que tal y como están las cosas vienen los que de verdad lo son y me lo quitan para seguir repartiéndoselo entre ellos...

Para Jinete, cabalgando de nuevo por estas páginas -

Yo vivo en la falda de una montaña de la que la nieve desapareció hace muchos años por el "avance" de la civilización que la lleno de cemento y una bruma permanente. Disfruta, ahora que puedes, de tu magnífica cordillera porque, al paso que vamos nos quedaremos también con ella. Un saludo ;)

kaleidoscopioz -

Las letras se me hacen más personales, los números como que generalizan todo y no dan una identidad propia a quien se les asiga, por eso cuando tuve que crear la cuenta de correo ya estaba asignado un caleidoscopio, busqué opciones que me evitaran los números y los guiones y surgió así kaleidoscopioz, eso es todo, no hay ningún enigma. Sigue al corazón en lugar del régimen, claro que si nutrirse es con comida entonces creo que hay que cuidarse un tanto, pero tú estás bastante bien y te cuidas lo suficiente, de modo que algún exceso de vez en vez no hace mal.

anónima -

Tu siempre tan rico..., me he deleitado leyendote.
Muaaaa

Para kaleidoscopioz, nutrición variada -

Y yo me pregunto el porqué de la zeta final en tu alias. Mientras espero respuesta, sigo nutriéndome con tus comentarios ;)

P.S. Al final tendré que seguir un régimen estricto...

Jinete -

"Yo que hasta ayer solo fui un hombre sencillo, hoy soy guardián de mi existencia".
Me llegaron mucho estos pensamientos.
Y por haber nacido a los pies de Los Andes, conozco aquello de la nieve, que se derrite para comenzar una peregrinación, "dando de beber a las montañas", y que termina por dar vida.
Me dio gusto volver a leerte. Te dejo un abrazo grande, desde Buenos Aires. Ojalá todos pudiéramos ser ricos con lo que tenemos... y no nos pasáramos mirando siempre los sacos vacíos...

kaleidoscopioz -

No he dejado que se me vaya el día sin leerte y eso me nutre también. Me alegra encontrarte y que este escrito diga tanto para todos.
Me uno a tí y parafraseo también, pero a Francisco de Asis: Deseo poco y lo poco que deseo lo deseo poco.
Entre lo que deseo está seguir leyéndote. Besos y gracias por este lindo escrito.

Para oso cavernario, sin pelos en la lengua -

Dichas por ti, las palabras de cualquiera, son poesía que perdurará cuando ya no haya poetas... parafraseando a Gustavo Adolfo ;)

oso cavernario -

Solo puedo repetir las mismas palabras de Becquer "El espectaculo de lo bello en cualquier forma en que se presente levanta la mente a nobles aspiraciones". Y yo añado que la belleza de tus pensamientos te va a hacer llenar esos sacos.